A menudo un traumatismo craneoencefálico, daño cerebral adquirido o enfermedad degenerativa puede ocasionar un problema en la eficacia visual ya que el 80% del cerebro son áreas relacionadas con la visión. Varios de los síntomas pueden ser visión doble, mala oculomotricidad, desequilibrio acomodativo y binocular, estrabismo, dolor de cabeza, fatiga ocular en visión próxima, desviación ocular, visión borrosa, pérdida de equilibrio, reducción de campo visual, se tropiezan o se chocan habitualmente, etc.
Muchos de estos pacientes son incapaces de hacer tareas cotidianas que antes realizaban con facilidad y sin esfuerzo como conducir, ir de compras, ver un partido de fútbol, mantenerse erguido, bajar las escaleras sin miedo a caerse, etc. lo que puede provocar un problema emocional al no sentirse del todo independiente pudiendo desarrollar un problema psicológico.
