19 Jul ¿Es bueno que mi hijo deje la terapia visual en verano?
Hola, soy Laura, optometrista de MejoraVisión en Sevilla. Como profesional de la terapia visual para niños, quiero hablarte de un tema importante: por qué no debes dejar que las vacaciones de verano interfieran en la terapia visual. La terapia visual es un aspecto importante de la salud visual y el desarrollo del niño. Dejar de hacerla puede tener un impacto negativo en su progreso.
Preocupaciones de las familias y bienestar de los niños
Entiendo las razones por las que las familias pueden decidir tomar un descanso de la terapia visual durante el verano. Con toda la planificación y organización que conllevan unas vacaciones en familia, puede resultar tentador posponer los viajes habituales una vez que termina el colegio. Puedes pensar que tus hijos también necesitan un descanso, y quieres darles un merecido descanso de las actividades habituales. Y, es normal, es importante evitar cualquier sensación de agobio y permitir que los niños se diviertan y jueguen durante su descanso del colegio.
Sin embargo, cuando se trata de terapia visual, es crucial equilibrar el deseo de descanso con la realidad del problema del niño. La visión es clave en el desarrollo y aprendizaje de los niños. Como optometrista, es mi responsabilidad proporcionar a mis pacientes la mejor atención posible, y la terapia visual es uno de los métodos más eficaces para ayudar a los niños a superar diversos problemas de salud visual. Por eso creo que no todos los pacientes deben dejar de lado la terapia visual durante el verano.
El verano es una oportunidad para realizar sesiones regulares e ininterrumpidas
Durante el curso escolar, muchos niños tienen actividades extraescolares, compromisos familiares y otras distracciones que pueden interferir en sus sesiones de terapia visual. Los meses de verano ofrecen la oportunidad de realizar sesiones de terapia regulares e ininterrumpidas. Esto es especialmente importante si un niño ha estado experimentando dificultades con una actividad o tarea en particular, ya que nos dará en MejoraVisión la mejor oportunidad para desarrollar una rutina positiva y obtener resultados consistentes.
Durante las vacaciones todos estamos más relajados
En ocasiones, al tener más tiempo para relajarse, el verano puede ser buena oportunidad para dar un empujón a la terapia visual. Nuestros ojos también están más descansados y suele aumentar el tiempo que pasamos al aire libre y disminuye el tiempo que usamos pantallas. Es por ello que el verano nos da la oportunidad de trabajar para que la visión de tu hijo esté perfecta para el inicio de curso.
La repetición de ejercicios es importante para el progreso
La sencilla razón por la que el verano es en realidad la mejor época para la terapia visual, es que proporciona la mayor oportunidad para la práctica y la repetición. Los ejercicios de terapia visual deben repetirse una y otra vez para que se conviertan en un hábito y arraiguen la respuesta visual deseada. Cuanto más regular y sistemáticamente realice el niño los ejercicios, mejor será su progreso.
Las pausas frecuentes pueden tener efectos negativos
Aunque pueda parecer contradictorio, hacer pausas regulares en un hábito puede tener efectos negativos en el progreso. Esto es cierto tanto para niños como para adultos, pero es especialmente importante para los niños, ya que sus habilidades visuales aún se están desarrollando. Las interrupciones frecuentes de los ejercicios de terapia visual pueden hacer retroceder los progresos, lo que significa que el trabajo realizado durante el curso puede perderse durante las vacaciones de verano.
Aumento del rendimiento y la confianza
Una ventaja importante de mantener sesiones regulares de terapia visual durante el verano es el aumento del rendimiento y la confianza que puede experimentar el niño. Las vacaciones de verano son una gran oportunidad para que los niños progresen durante el tiempo que pasan lejos de las presiones de la escuela. Además, la práctica constante durante el verano puede mejorar las habilidades visuales y reducir la ansiedad ante las tareas visuales cotidianas.
Conclusión
En conclusión, hay muchas razones por las que la terapia visual debería continuar durante el verano. Las sesiones regulares e ininterrumpidas ofrecen a los niños la oportunidad de practicar sus ejercicios y mantener un progreso constante. Hacer una pausa puede hacer que el progreso alcanzado se invierta y repercuta negativamente en el rendimiento del niño. Por último, las vacaciones de verano son un buen momento para que los niños practiquen sus habilidades visuales y adquieran más confianza en las actividades cotidianas. Por estas razones, las familias no deben permitir que la terapia visual decaiga durante las vacaciones de verano, y deben esforzarse por mantener a sus hijos comprometidos con los ejercicios de terapia visual.
Si te preocupa la idea de la terapia visual durante el verano, te animo a que hables con nosotras, ya que cada paciente es único y tiene unas necesidades necesarias. Al fin y al cabo, en MejoraVisión queremos lo mejor para la visión de nuestros pacientes.
Si vives en Sevilla o alrededores y tienes algún problema visual, pide cita ahora y aprovecha el verano para actualizar tu visión.
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