La terapia visual es un tratamiento que enseña al paciente a usar su visión de forma precisa e integrada con el resto de sentidos, de esta forma no solo mejora la visión, sino que también lo hace el rendimiento visual del paciente, y este lo nota en el colegio, trabajo o en la práctica de deportes.
La terapia visual está indicada para aquellos pacientes que tengan una mala eficacia visual, problemas de enfoque, convergencia, ambliopía (ojo vago), estrabismo, daño cerebral adquirido o problemas de percepción visual.
A través de un programa de terapia visual individualizado se pueden solucionar dificultades como frotarse los ojos, visión doble, dolores de cabeza, molestias al hacer tareas en cerca, pérdidas en la lectura, señalar el texto con el dedo y/o mover la cabeza al leer, que pueden estar relacionados con problemas de aprendizaje, enfermedades degenerativas, traumatismos craneoencefálicos.
